domingo, 22 de febrero de 2009

Chinchilo, liebrecita...




Dios.

El Jueves en la tarde, ya que había pensado que mis problemas ya se estaban "asentando", Chinchilo empieza a mostrar signos muy parecidos a los de Juan Cochino...
Lo llevé corriendo con Alma (mi amiga veterinaria) y de plano no lo logró. Para las diez de las noche estaba muerto.

Es como si una pesadilla se volviera realidad.

Que horrible.

Hoy es domingo, ya me estoy reponiendo y estoy tratando de hacerme a la idea. Ahora tengo que echarle ganas con los que quedan que están en tratamiento...

Espero que la pesadilla ya se haya acabado.

Estoy harta.

Te quiero mucho Chinchilo, eres mi liebre consentida...

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